En este articulo La iluminación en la fotografía ( Parte I ), os dimos consejos fotográficos para poder utilizar la luz a la hora de fotografiar. Ahora más que consejos lo que os vamos a dar son conceptos necesarios para poder aplicarlos. Así que comencemos...
La iluminación es un factor que no solo determina el brillo y la oscuridad, sino también el tono, el estado de ánimo y la atmósfera. Saber manipular la luz correctamente mejora la textura, color y la luminosidad de los objetos. Distribuir de una manera adecuada las sombras y las luces, hace que como fotógrafos consigas imágenes realmente increíbles.
Nosotros como fotógrafos debemos saber manejar la luz para modelar y darle carácter a nuestra fotografía. Hay que tener encuentra que esto puede variar de acuerdo a la técnica y al gusto del fotógrafo. La luz tiene sus características que varían según el objeto que vayamos a fotografiar. Estas variaciones dan lugar a las conocidas propiedades de la luz: transmisión, refracción, absorción, reflexión y difracción.
El tamaño de los objetos también pueden cambiar la iluminación, una fuente de luz pequeña tendrá sombras de bordes más nítidos y una de mayor tamaño tendrá sombras más suaves.
Estas propiedades son iguales en cualquier objeto y aplican tanto a iluminación natural como artificial.
La luz
En fotografía hay una infinidad de esquemas lumínicos, entendidos como posición y dirección de la luz a tu sujeto u objeto, que ayudan a determinar el sitio donde está colocada la luz de acuerdo a la posición del sujeto y también tiene la propiedad de volverse suave o dura.
Sin embargo, es bueno comenzar por conocer los más básicos y hacer más compleja la puesta de luces gradualmente.
Tipos de luces determinadas según su función
Luz principal
La luz principal o conocida también como luz guía es la más importante, pues la que dirige a todas las demás. A ella se le adjuntan las fuentes de iluminación complementarias y es responsable de brindar la claridad y la modulación y distribuir las sombras del objeto.
La luz principal tiene que tener un ratio 2 veces más que la luz de relleno si queremos realizar buenas fotografías.
Luz de relleno
La luz de relleno o conocida también como luz de aclarado o luz de base. es una luz más suave que la principal y sirve para aclarar sombras y disminuir el contraste. Para conseguir este tipo de luz se suele usar difusores, luz rebotada, incluso la luz que entra por una ventana, todo para darle un carácter de suavidad a la luz.
Luz de efecto
La luz de efecto o también llamada luz puntual posee el haz de luz muy elevado, sirviéndonos para destacar algunas zonas del objeto, para de esa manera aligeramos el efecto principal de la fotografía. Esta luz hay que usarla con cuidado, pues puede desequilibrar la composición global de la fotografía si no la utilizamos correctamente.
Esta luz colocada en la parte trasera del objeto, es decir, a contraluz, se produce un efecto halo alrededor del sujeto.
Luz de fondo
La luz de fondo no siempre esta presente, pero cuando la utilizamos nos sirve para separar al sujeto del fondo o a la inversa y generar una unión del sujeto con el fondo.
Suele tener diferentes funciones, entre las que destacan la iluminación uniforme o la generación de un efecto de degradación entre la figura y el fondo.
Fuentes de luz
Después de mostraros unos cuantos conceptos básicos de iluminación en fotografía, hay que saber que todo esto se aplica tanto a luces de estudio como a escenarios naturales. Así que ahora os hablaremos de los diferentes tipos de luz.
Luz natural
La luz natural proviene de la fuente lumínica más grande: el sol . La luz natural está influida por la rotación de la Tierra, por lo que se aprovecha en determinadas horas del día para crear diferentes matices en intensidad, dureza, dirección y color.
En los horarios de mediodía consigues luces más duras y cenitales, por la mañana o por la tarde consigues efectos mucho más suaves. Durante los días nublados tienes una difusión natural, las nubes, que suavizan expresiones faciales.
Luz artificial
Esta se genera a partir de lámparas, focos, spots, leds, flashes, luces de estudio y otros objetos que son controlados por el fotógrafo. Sin embargo, poseen un coste adquisitivo y muchas veces conocimientos técnicos para usarlas adecuadamente.
La ventaja es que, si sabes utilizarlas, las luces artificiales son de gran valor expresivo y abren un mundo de posibilidades para crear escenarios variados.
La sombra
La sombra es el lugar de la luz donde esta no llega de manera total o parcial. Aparece cuando una fuente luminosa toca el objeto y este proyecta su forma en sentido contrario al que proviene la luz. Por lo tanto si queremos acentuar sombras, entonces, debemos colocar luces puntuales o a nuestro sujeto cerca del foco de luz. Por el contrario si queremos mitigarlas, utilizaremos elementos de difusión para suavizarla y una luz de relleno que nivele el ratio de contraste entre la luz principal y la secundaria.
La sombra crean efectos dramáticos, pues brinda un volumen superior al objeto, al contrario que la luz total que plasma al objeto a fotografiar de una manera plana.
Aspectos formales de la iluminación
En fotografía no siempre vas a tener la luz que quieres, incluso si utilizas luz de estudio. Por eso, es importante que puedas recrear eso que buscas valiéndose de diferentes elementos.
Difusión
Utilizando la difusión, obtendrás contrastes menos marcados y sombras degradadas.
Mediante este aspecto se puede establecer la nitidez del borde de las sombras y de esta manera, al mismo tiempo determinar la dureza o suavidad de la fotografía.
Cuando la luz es dura se consiguen efectos muy interesantes. La distancia y el tamaño son factores que determinan el nivel de dureza que se puede obtener. Una luz dura procede de fuentes de iluminación pequeñas y alejadas, como el sol o los flashes directos, esta es ideal para proyectar el textura, la forma y el color del objeto debido a que genera un óptimo contraste.
Por otro lado cuando es suave, le resta importancia a las sombras y hace que el volumen del objeto se resalte. Una iluminación suave proviene de fuentes grandes y próximas al objeto, produce sombras aunque se pierden los bordes nítidos. La luz suave es muy difusa y genera sombras, por lo tanto se obtienen fotografías planas. Esta iluminación es la de menor impacto visual, pero la más fácil de controlar.
Color
El color de la luz está íntimamente ligado con la temperatura del color de esta. A bajas temperaturas obtenemos mayoría de amarillos y rojos y a altas temperaturas, colores con presencia de tonos azulados.
Este elemento está controlado por la longitud de onda de luz y por el color intrínseco del objeto. Es una parte fundamental en la fotografía, ya que le brinda un sentido dramático y provoca emociones dependiendo de lo que se manifieste en ella.
Direccionalidad
La orientación y altura de la luz son otro elemento clave para lograr expresión en tus fotografías. El ángulo de direccionamiento de las luces hacia el sujeto son puntos clave debido a que si se varía la posición de la fuente de luz, los resultados pueden alterarse, resaltado u ocultando detalles que no resulten importantes. La dirección de la luz también juega con el volumen, el color, y la textura del objeto.
De esta forma conseguiremos tomas dramáticas con orientación cenital y, según la distancia y altura de la fuente de luz, conseguirás tomas más suaves o con sombras acentuadas.
Aspectos técnicos de la iluminación
Luz rebotada
La luz rebotada es una gran aliada para el uso de los flashes. Es de las técnicas más usadas implementando flashes con sistemas de luz rebotada.
Consiste en dirigir el destello que lanza hacia arriba o al lateral, utilizando un techo blanco o telas, obteniéndose una iluminación pareja y poco invasiva dando lugar a tomas suaves e incluso simulando la iluminación natural. Es una manera para que la luz rebote en el techo o en la pared y cae en el sujeto dando matices favorecedores.
Flash a la segunda cortinilla
Esta técnica es de gran valor creativo, se realiza a una velocidad alta de sincronización en el flash y el resultado que obtienes es que con el primer disparo captas una estela de luz, el movimiento del sujeto y en el segundo disparo logras congelar al sujeto, lo cual te otorga una foto nítida, pero con un componente creativo.
El flash se dispara en el mismo momento que la primera cortinilla del obturador se abre. El disparo a la segunda cortinilla se hace cuando la misma está justo cerrando.
Mediante esta técnica se impulsa el movimiento en las fotografías y se obtienen resultados muy creativos. Recibe este nombre gracias a las dos cortinillas que posee el obturador de la cámara, en el que la primera se abre y la luz llega hasta el sensor y la segunda lo tapa.
Se debe configurar el flash a modo que dispare la luz en el momento justo antes de bajar la segunda cortinilla para que el sensor capte la luz con y sin flash y se logre el efecto visual.
Conclusión
Saber manejar la luz es un pilar importante para todos aquellos que deseen dedicarse a la fotografía de manera profesional y no solamente profesional, sino para todos aquellos que quieran conseguir buenas fotografías.
Una utilización correcta de la iluminación dotará a tus fotografías de un sello personal, de una dominación de diferentes escenarios, desde los puramente artísticos, hasta cuando quieras fotografiar un producto en concreto.
Aprender sobre iluminación es importante para todo fotógrafo en formación. Aquí te hemos dados consejos y nociones, pero en realidad todo se consigue con la practica y acaparando nuevos conocimientos.
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